sábado, 28 de março de 2009

No one can scape from the destiny...

Así que...esto era lo que extrañaba, sentirme mal. Ahora sé que no lo quiero tanto y voy a volver a pensarlo dos veces antes de decir que lo extrañaba.
De golpe y sin saber por qué me encontré de vuelta mal, acurrucada y abrazando mi almohada, mientras dejaba que lágrimas silenciosas cayeran sobre mis ojos, ya no me importaba, sólo dejaban que cayeran, sin decir nada, sin pensar nada, lo único que hacía era respirar y respirar tranquila esperando que pararan. Mientras sentía como recorrían mi cara, pasaban sobre mis pómulos, bajaban por las mejillas...también sentía como algunas se desviaban y tocaban suavemente la nariz, y como otras seguían hasta llegar a mi boca donde morían dejando un extraño gusto salado en los labios. En todo ese tiempo me concentré en ellas que caían para no pensar en lo que pasaba en realidad, para no dejar que me afectara directamente. Esperé a que terminaran, a que poco a poco fueran dejando de caer, a que poco a poco mi cabeza se fuera olvidando por qué caían y a que mi alma se descargara por completo para no volver a llorar en otro momento. Al final, terminaron...me quedé unos segundos más en silencio en la cama y luego me levanté, ya había pasado, las lágrimas no iban a volver por ahora.
Me levanté y vine a la computadora, con la idea de escribir todo lo que mis lágrimas no podían decir y todo lo que a mi me era tan difícil decir enfrente de otros. Porque sólo soy otra alma estúpida que de la única manera en la que puede decir las cosas es esta, escribiendo. Porque cuando estoy mal odio que los demás me miren como si fuera a largarme a llorar en cualquier momento, ya que eso nunca va a pasar, nunca me voy a quebrar enfrente de otros ni aunque sean mis mejores amigos y me molesta demasiado eso. Simplemente hago a un lado los malos sentimientos, los dejo separados de mi alma el mayor tiempo posible hasta estar completamente sola, y ahí es cuando dejo que salgan convirtiéndose en esas lágrimas silenciosas tan molestas.
Y sentada maldigo a los estúpidos dioses del destino que pusieron una maldición encima mío desde el primer momento en el que sentí amor. Y por más que lo piense una y otra vez no se me ocurré qué cosa tan terrible pude haber hecho en otra vida para merecerme esto ahora ¡Y es que creo que no lo merezco! Porque siempre estoy intentando hacer las cosas bien pero al parecer nunca es suficiente, al parecer siempre hay un pequeño detalle que paso por alto, algún error en lo que hago para que al final mi intento de bien se transforme en algo mal. Además, como si el mundo no fuese lo suficientemente complicado ya para las personas, noo, a alguien se le tuvo que ocurrir que también sufriéramos por lo demás ¿Y todo por qué? Todo por querer tanto a alguien de llegar al punto de depender de esa persona. Y con eso no basta, los malditos sentimientos que tenemos adentro a veces no se ponen de acuerdo con el cerebro, y uno no sabe que hacer... y entonces ahí empieza el problema.
Esta vez la nota no termina con un final feliz en el cual digo que voy a dejarlo pasar y volver a empezar...esta vez sólo voy a intentar seguir... intentando no equivocarme pero no voy a preocuparme por hacer las cosas "bien", voy a preocuparme por hacer las cosas que quiera, las cosas que me hagan feliz...


Quizás haya sido lo mejor...quizás esos dioses del destino a los que le caigo tan mal hayan decidido que así era como tenía que pasar y quizás esto sea algo bueno para mi... aunque no importa ya.
Lo que me queda ahora es la música (esos cantantes con los cuales me identifico y que a veces no se dan cuenta cómo sus canciones influyen en los sentimientos), me quedan los libros (historias que alguien decidió escribir, historias en las que siempre se ve un fucking final feliz, historias que me dan esperanza a veces) y me queda una vida entera la cual no pienso desperdiciar por nada del mundo, porque vivir es lo único bueno de la vida.

Y como dijo Kurt Cobain... A veces es mejor quemarse que apagarse lentamente.

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